Elegancia atemporal.
De ahí que su eterno azul noche volviera a convertirse en el protagonista de una propuesta a veces tribal; otras muchas con importantes referencias al arte bizantino con profusión de detalles joya y tonos bronce, pero siempre sofisticada, se materializan en forma de tejidos joya cuajados de cristales de Swarovski, vestidos de noche semitransparentes de encaje y detalles lenceros, blazer cargados de feminidad y faldas eternas llenas de volumen, transparencias y sofisticación.